Detenido un periodista de la BBC en China tras ser “golpeado y pateado” por la Policía durante las protestas por las políticas anti-covid
El cámara Ed Lawrence cubría las manifestaciones en la megalópolis china este domingo cuando fue “atacado” por varios agentes del cuerpo policial local, denunció el medio británico.
El reportero “estuvo retenido durante varias horas antes de ser liberado. Durante su detención, fue golpeado y pateado por la policía. Esto sucedió mientras trabajaba como periodista acreditado”, agrega el escrito.
En su comunicado, la BBC declaró no haber recibido ningún tipo de explicación por lo sucedido. “No hemos tenido ninguna explicación o disculpa oficial de las autoridades chinas, más allá de una afirmación de los funcionarios que luego lo liberaron de que lo habían arrestado por su propio bien en caso de que se contagiara de covid entre la multitud”, reportó la cadena.
“Queremos libertad”
Muchas de las movilizaciones se iniciaron a partir de vigilias y actos en memoria de las diez personas que murieron el jueves en un incendio en un edificio aparentemente confinado en Urumqi (noroeste), la capital de Xinjiang.
Los manifestantes cantaban “Los que os negáis a ser esclavos, alzaos” —una estrofa del himno nacional chino— o La Internacional, gritando “queremos libertad”, “no queremos hacernos pruebas PCR” o “que les follen a los códigos QR”, en referencia a la obligación de escanear con una aplicación móvil los códigos QR sanitarios a la entrada de cualquier establecimiento o incluso en parques para que, cuando las autoridades detecten un contagio, puedan determinar quién ha tenido contacto con esa persona en cada momento.

Las cifras de nuevos contagios de covid-19 batieron su récord por quinto día consecutivo después de que la Comisión Nacional de Sanidad informase hoy de 40.347 casos detectados en la víspera, de los que 36.525 (más de un 90% del total) son asintomáticos según los estándares de la institución.
Estas cifras, bajas para los estándares internacionales pero intolerables para las autoridades chinas, se han traducido en restricciones y confinamientos que afectan a buena parte de la población capitalina, tal y como ya ha sucedido este año en otras partes del país como las citadas Urumqi o Shanghai, que vivió este año un duro confinamiento que llegó a prolongarse durante más de dos meses en algunas zonas.