Más de 2.400 detenidos, incluidos 50 profesores, en las protestas universitarias en EE UU desde el 18 de abril
Estas protestas se producen en medio de un incremento de la presión desde sectores conservadores, incluidos donantes de estos centros privados, que critican que las universidades se hayan convertido en bastiones del pensamiento woke o progre, acrecentado desde los ataques de Hamás desde la Franja de Gaza y la identificación de protestas propalestinas con antisemitismo.
Las universidades habitualmente se atrincheran en el respeto a la libertad de expresión mientras defienden la necesidad de “mantener el orden”. En muchos de los casos han autorizado la entrada de fuerzas de seguridad para desmantelar acampadas y han dictado medidas de expulsión y sanciones disciplinarias contra participantes en las protestas.
El director de la Asociación Estadounidense de Profesores Universitarios, Isaac Kamola, ha resaltado que la detención de profesores se convierte en “momentos virales” que atraen la atención, pero el peligro está en las amenazas a la libertad académica.
“No se ven los momentos más sutiles, cuando un profesor es retirado de la enseñanza o se le sanciona en un proceso arbitrario. Los profesores no saben con seguridad qué pueden y qué no pueden decir”, ha apuntado. La situación se agrava en el caso de profesorado interino que “se siente tremendamente vulnerable”. Kamola se ha lamentado además de que “se haya normalizado tener a policías en el campus” cuando debería limitarse a un “debate académico”.