Fernando Arrabal asiste a sus 91 años al homenaje que le dedica un teatro de París
“El texto me interesaba porque tiene una resonancia enorme con los días que vivimos. Fue escrito en 1958, en el inicio de la era nuclear, en una fase pre-apocalíptica, y, tras 80 años de paz, nos damos cuenta de que lo apocalíptico es todavía posible”, apuntó Galliot, en referencia a la guerra en Ucrania que vuelve a enfrentar, indirectamente, a dos potencias nucleares: EEUU y Rusia.
Dramaturgo, poeta, novelista y cineasta, Arrabal ha sido uno de los grandes símbolos de la iconoclastia, la vanguardia y la transgresión del siglo XX europeo, con su imagen calculadamente extravagante, y con obras que levantaron polvareda como Carta al General Franco (1972).
Radicado en París precisamente por culpa del franquismo español desde sus 23 años, Arrabal, quien como Milan Kundera se considera “vástago del exilio”, ha sido más reconocido en Francia que en España, donde se le resiste el premio Cervantes.
En el país galo, recibió en 2005 la distinción de Caballero de la Legión de Honor, uno de los principales reconocimientos que otorga el Estado francés.