La Flotilla de la Libertad prepara un nuevo viaje a Gaza para romper el bloqueo sin permiso de Israel
Los soldados israelíes dispararon contra los navegantes, y asesinaron a diez activistas y un periodista. 30 personas resultaron heridas. Israel dijo que actuaban en legítima defensa. La comunidad internacional condenó los hechos y se produjeron duras críticas diplomáticas y demandas en La Haya.
Organizaciones internacionales como Human Rights Watch acusan a Israel de estar usando el hambre como arma de guerra en Gaza. En la frontera de Rafah, al sur de la Franja, hay centenares de camiones esperando con comida y agua, imprescindible para evitar la muerte de decenas de miles de personas en los próximos meses por los problemas derivados del hambre física. Los que más riesgo sufren son los niños, alerta UNICEF y la OMS, entre otras organizaciones.
El viaje puede quedarse en un mero símbolo político de presión hacia Israel, especialmente tras la matanza de trabajadores humanitarios de Naciones Unidas o de WFK. “Permitir que Israel controle qué y cuánta ayuda humanitaria puede llegar a lospalestinos de Gaza es como dejar que el zorro maneje el gallinero“, esgrimen desde Rumbo a Gaza, la organización española que forma parte de la coalición internacional, en un correo. “El corredor marítimo de Chipre, el proyecto de muelle flotante estadounidense y las simbólicas entregas aéreas de alimentos son distracciones del hecho de que estos métodos de entrega de ayuda son insuficientes y siguen dejando a Israel en control de la ayuda que puede llegar al pueblo palestino”.