Un ataque en una sala de conciertos de Moscú deja al menos 40 muertos y más de un centenar de heridos
Por el momento se desconocen quien está detrás del tiroteo. Ucrania, por su parte, ha negado su participación en los ataques y Estados Unidos ha reconocido que no hay ningún indicio de que Ucrania esté detrás de ello.
Las Embajadas occidentales en Rusia habían advertido sobre posibles atentados terroristas en este país, avisos que el presidente, Vladímir Putin, consideró “un intento de intimidar y desestabilizar nuestra sociedad”.
Moscú suspende todas las actividades masivas
Tras los hechos, el Ayuntamiento de Moscú ha suspendido todas las actividades masivas previstas el fin de semana en la capital rusa: “He tomado la decisión de suspender este fin de semana en Moscú todas las actividades masivas deportivas, culturales y otras”, ha escrito el alcalde de Moscú, Serguéi Sobianin. A su vez, la agencia de aviación civil ha asegurado que en los aeropuertos de la capital se han extremado las medidas de seguridad.
Moscú no sufría un acto terrorista de esta gravedad desde que en 2011 un atentado con bomba dejó 37 muertos y 172 heridos en el aeropuerto internacional Domodédovo. El Ministerio de Exteriores de Rusia ha pedido asimismo a la comunidad internacional que condene el ataque: “Toda la comunidad internacional está obligada a condenar este horrible crimen”, ha señalado María Zajárova, la portavoz de Exteriores, en su canal de Telegram.