Xi, a Biden tras llegar a EEUU: “La Tierra es suficientemente grande como para que los dos países tengan éxito”
Por su parte, Xi querrá extraer de Biden el compromiso de que EEUU no intervendrá en las elecciones presidenciales de enero de Taiwán y no apoyará una eventual declaración de independencia de la isla, que China reclama como parte de su territorio y a la que Washington podría defender en caso de conflicto armado.
Ninguna de las dos partes anticipa importantes acuerdos, pero sí buscan restablecer las líneas de comunicación en diferentes áreas para evitar que la competencia entre las dos potencias desemboque en un conflicto abierto.
Meses de desconfianza
Los dos líderes no han mantenido ningún tipo de comunicación formal, ni siquiera una llamada telefónica, desde el encuentro en Bali. Ese cara a cara acabó con una nota positiva y fue percibido entonces como un nuevo capítulo en las relaciones bilaterales después de las tensiones durante el mandato de Donald Trump (2017-2021), cuando ambas naciones se enzarzaron en una guerra comercial con la imposición mutua de aranceles.
Sin embargo, la sintonía duró poco y las relaciones volvieron a agriarse después de que el Gobierno de Biden derribara un supuesto globo “espía” chino que sobrevoló Estados Unidos a principios de año.
Tras ese incidente, hubo meses de desconfianza, pero en junio comenzó una complicada danza diplomática para revitalizar las relaciones bilaterales con el viaje a Pekín de varios miembros del Gobierno estadounidense, incluida la visita en junio del secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken. Además, miembros del Gobierno chino viajaron a EEUU en los últimos meses, como el canciller chino, Wang Yi, quien se reunió con Biden a finales de octubre.