Francia y Alemania endurecen sus posturas sobre la migración y empiezan a marcar el paso para la UE
“Albania se confirma como una nación amiga y, aunque todavía no forma parte de la Unión Europea, se comporta como si fuera un país miembro“, expresó la líder italiana, entre protestas de las ONG ante el pacto, que consideran “un ataque contra el derecho al asilo”. Tan peliagudo ha sido que Bruselas ya ha pedido información al Gobierno italiano sobre lo firmado con Albania, que además es un país candidato a la adhesión a la UE. Estos centros se prevé que tengan capacidad de hasta 3.000 personas y estarán en marcha en la primavera de 2024. En ellos, sostuvo Meloni, se hará tareas tanto de atención como de control, y también parte de los trámites para las repatriaciones.
Mientras, la UE trata de unificar, sin suerte, todos los criterios. Es otro cuento de nunca acabar para el bloque comunitario. “Es probable que no nos vayamos a encontrar nunca un tema tan sensible como este”, reconocen fuentes consultadas por 20minutos, que no hacen apuestas de si habrá o no pacto común de migración y asilo. El objetivo es que se alcance antes de que acabe la legislatura, “pero todavía quedan cosas por hacer”, concluyen. Las conversaciones llegan ya al punto clave: el trílogo. Consejo, Comisión y Parlamento tienen que alcanzar un acuerdo si no quieren que el asunto vuelva a un cajón… para quizá no salir nunca más, vista la división que provoca el tema.