Medicina, Salud y Bienestar de Mascotas
Desde un par de años, los dermatólogos de diferentes áreas del territorio nacional han venido detectando un aumento de casos de infecciones del cuero cabelludo por hongos, conocidas como ‘tiñas’ del cuero cabelludo, en la población masculina adolescente.
¿Qué es la tiña y por qué aparece?
La tiña, explica la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos, es una infección cutánea causada por un hongo (micosis) común en los niños. Están causadas por un tipo concreto de hongos llamados dermatofitos, que habitan normalmente en la piel (como parte de su microbioma) pero que provocan la enfermedad cuando proliferan en exceso.
Estos hongos se ven favorecidos por las condiciones cálidas y húmedas, lo que hace que sea más probable que aparezca la infección cuando la persona tiene su piel húmeda con frecuencia (por no secarse bien o por una sudoración excesiva), cuando existen ciertas lesiones menores de la piel o el cuero cabelludo o cuando la higiene corporal es deficiente.
Además, la tiña se contagia por contacto con otra persona infectada o incluso por el contacto con objetos de esta, con ciertos elementos ambientales (por ejemplo, en piscinas) o incluso con mascotas (particularmente los gatos).
¿Cuáles son sus síntomas?
Cuando se producen las proliferaciones de tiña, aparece una serie de síntomas característicos, según la zona del cuerpo a la que afecten. Así, en el cuero cabelludo pueden causar la caída del cabello y la aparición de calvas con pequeños puntos blancos; la aparición de parches redondos y descamativos rojos o hinchados; la aparición de úlceras llenas de pus (queriones) y una fuerte picazón.
En los casos más extremos, la tiña del cuerpo cabelludo puede llegar a causar algunos síntomas sistémicos (específicamente, fiebre baja e inflamación de los ganglios linfáticos), pérdida del cabello y cicatrices duraderas.
¿Cómo se trata?
El tratamiento para la tiña es farmacológico y debe ser prescrito por un profesional médico. Suele consistir en griseofulvina por vía oral durante 4 a 8 semanas, aunque también se pueden emplear terbinafina, itracozanol o fluconazol. También, en algunos casos, se recomienda el lavado del pelo con un champú medicado.
